Huehuetlatolli por Bárbara Ivonne

SIGUE LAS REDES DEL PROYECTO

Consejos de madre a hija

Hijita, pequeña, muchachita mía, tú, que eres jade, piedra preciosa, hermosa, escucha bien, atiende las palabras que te doy:

Sé fuerte y resiliente, mi rosa, no dejes que nadie pase por encima de ti; no bajes la cabeza, no te quedes callada, grita de ser necesario, pincha con tus espinas, hazte escuchar, porque eres importante, eres valiosa, eres suficiente. Defiende tus ideales sin importar nada, ni siquiera lo que tus padres podamos pensar, que no te tuve meses en mi vientre ni te traje al mundo para que no puedas expresarte, para que no puedas ser libre; sobre todo en este mundo que no ha sido justo con nosotras, que nos ha quitado tanto y que parece que nos da todo lo malo, todo lo feo, todo lo que daña.

Ama, chiquita, mi niña, hijita mía. Ama a quien tú quieras, siente mucho, entrégale tu corazón a alguien que lo merezca, que te tenga como su noche estrellada, porque no mereces menos. Ama todo lo que desees, a cuantas personas quieras, pero nunca, escúchame, nunca los ames más de lo que te amas a ti. Tú debes ser tu prioridad, lo más preciado que tengas, lo más bonito, lo más sagrado; eres tu propia planta, no olvides regarte todos los días.

Estudia, lee, aprende todo lo que te apasione, lo que te haga feliz. Supérate, cumple tus sueños, puedes llegar hasta donde quieras. También está bien cambiar de rumbo, es válido abandonar algo que ya no te gusta, que ya no disfrutas. Encuentra tu camino y sé fiel a ti misma.

Mi joya, mi pequeña, mi vida, sé empática, amable, solidaria, ayuda todo lo que puedas, sé una buena persona, pues el Universo te lo va a recompensar. Nunca olvides de dónde vienes, aunque estés en lo más alto, sé humilde, no pases por encima de los demás, no hagas las cosas mal, no seas prepotente ni grosera, porque, así como tú eres importante, los demás también lo son, y así como el Universo te regresa todo lo bueno que haces, también te regresa todo lo malo; te trata como lo tratas a él y como tratas a los seres vivos que lo habitan. Puede entregarte lo que más deseas, pero igualmente puede ir en tu contra si no actúas de buena manera. Recibes lo que das.

Deconstrúyete, corazón, que el mundo está plagado de misoginia, racismo, homofobia, xenofobia, clasismo y un montón de discursos de odio que hemos aprendido y que se siguen diseminando como un gas venenoso porque así está hecha la sociedad. Nos ha enseñado a separarnos, a dividirnos, a que haya personas que se creen superiores a otras solo por su color de piel, su sexo, su género, su identidad, su lugar de origen, su orientación sexual, su posición económica y cualquier otra cosa que nos haga  diferentes”; pero no toma en cuenta que al final somos simples personas que vivimos en un mismo lugar, que fuimos creados por el Universo para vivir como iguales, porque todos necesitamos de los otros para sobrevivir, coexistimos para que haya un equilibrio, estamos aquí por una razón, tenemos un propósito. Solo que, tal vez, aún no lo hemos descubierto.

Una última cosa: Está bien no estar bien, está bien no poder con todo siempre, está bien sentirse triste, sin ánimos de nada; sin embargo, no olvides todo lo que has logrado y piensa en todo lo que puedes lograr. Sé que a veces la vida parece muy difícil, chiquita mía, pero no te rindas; eres un diamante, eres resistente y estás aquí para brillar, para vivir, para disfrutar, para ser feliz. Haz que valga la pena tu tiempo aquí en la tierra.

Eso es todo, hijita, chiquita, mi niña, pequeña mía. Recuerda estas palabras y llévalas en tu mente, alma y corazón, pues, aunque no puedo prometerte que no vas a tener miedo, que no la vas a pasar mal, que todo va a ser bonito, perfecto o simple, son lo más valioso que puedo darte, que puedo ofrecerte para que tu existencia sea más feliz. Lo que sí puedo prometerte es que, a pesar de todo, cariño, la vida puede ser bella, tú puedes hacerla bella, puedes hacer que valga la pena vivirla.

Aprovéchala, ya que no vas a tener otra oportunidad.