Lectura comparativa del Popol Vuh
Nota preliminar
Al realizar una lectura comparativa entre una obra poética y una obra prosaica, la primera impresión después de una lectura pasiva es, evidentemente en su estructura, la economía de las palabras que la forman; aunque esto no quiere decir que se pierda la complejidad del texto que descubrimos al momento de analizarlo. Si nos centramos en el texto poético de Sam Colop encontramos una aproximación a la tradición oral de los pueblos precolombinos, del que agradecemos la evolución y advenimiento a los días presentes; más claramente se muestra en, por ejemplo los nombres propios de los creadores del mundo maya, que poseen una textualidad exuberante de la lengua K’iche. Aunque no es nuestro objetivo demeritar la prosa ni mucho menos el trabajo de los traductores a través de los siglos, desde el Padre Francisco Ximénez hasta Georges Raynaud, los textos del Popol Wuj estudiados y traducidos en prosa han sido, en su mayoría, escritos por especialistas europeos y mexicanos con educación occidental, y por más que se hagan aproximaciones será difícil la sumersión completa en una cultura a la que no se pertenece. Por lo anterior, el hecho de que alguien perteneciente a la cultura K’iche como lo era Sam Colop, haga una interpretación sin pasar por alto «la versión poética» y limando las asperezas de los acercamientos anteriores, da como resultado una obra lo suficientemente intrincada como cualquier texto poético merecedor de un estudio profundo; en este caso tomaremos el primer capítulo de ambas versiones, en verso de Colob y en prosa de Raynaud para encontrar similitudes y diferencias entre ambos. Similitudes y diferencias Comenzamos con la similitud más clara entre ambos textos, qué es la cronología de los hechos, la creación de las tierras a partir de las aguas primigenias y del cielo en calma y la aparición de los dioses en estado de letargo tras sus plumas. En el texto de Raynaud aunque no fuga la prosa a mayores detalles en la descripción de los hechos, al presentar los personajes utiliza los nombres transcritos al castellano lo cual, al contrario de Colob, hace sentir en el texto la pérdida de esa sonoridad poética de la lengua k’iche. Sin embargo, para un acercamiento del lector que no está familiarizado con la trama del Popol Vuh ni mucho menos de la lengua madre del texto, esta versión podría ser más amigable a la primera lectura; podríamos pensar también en un texto dirigido a alumnos de cursos anteriores a la licenciatura y adecuaciones para grados menores. No obstante, el texto prosaico no pierde la cierta tonalidad poética ya que, muy parecido a la Biblia, pareciera estar escrito en versículos, así respetando las figuras retóricas utilizadas en la obra de Colob, solamente que en este caso de manera lineal. Por ejemplo en «Solamente una niebla, solamente una nube [fue] el nacimiento de la materia.» encontramos una anáfora de las palabras «Solamente una…», y aunque este escrito lineal, la repetición enriquece la vocalización aún cuando la obra esté premeditada para leerse en la tranquilidad del silencio. De este existen muchos ejemplos de figuras literarias que ensalzan la lectura, podemos imaginar que a lo largo de los años desde su interpretación poco literal de Francisco Ximenez hasta la presente de Raynaud con la traducción al español de González de Mendoza y Asturias, el texto ha tomado carácter orgánico con el tiempo y constante evolución para buscar los principios de la tradición oral maya de donde nació que, justamente, una de sus principales características es la reinterpretación personal, en este caso a lo largo de siglos y la sucesión de la historia del origen de la vida; nuevamente rasgos similares al texto sagrado judeocristiano. En cuanto a la obra de Colob, haciendo énfasis principalmente en el texto físico del que nos basamos al hacer esta discreta comparación, nos regala una gran prerrogativa a los márgenes de la obra, literalmente hablando; las notas a pie y borde de página son de un contenido tan nutritivo que difícilmente habrá comparación con su contraparte. A la par de la lectura de la obra, las notas adhieren aún más vocabulario k’iche, así como la explicación de las metáforas más complejas para los que apenas iniciamos la lectura con todo este florecimiento cultural y léxico. Así mismo en las notas preliminares el autor explica los elementos lingüísticos que constituyen la obra para un mejor acercamiento a tan complejo poema; inclusive podríamos catalogarlo como poesía épica si nos orientamos con las enseñanzas y tradiciones occidentales. Pero esto queda lejos del significado de la palabra maya con la que se creó el mundo conocido, sea cual sea nuestro acercamiento a uno o ambos textos, no debemos olvidar que para la civilización maya el Popol Vuh estaba más allá de un poema oral o escrito, sigue siendo la escritura sagrada que narra su creación y es esencial seguir estudiando los usos y costumbres de la región para aumentar más el contexto y el entendimientos de las obras.
Referencias
1. Colop, S. (1999). Popol wuj : versión poética k’iche’. http://ci.nii.ac.jp/ncid/BA51301802
2. Raynaud, G., Asturias, M. Á., & Mendoza, J. P. I. M. (1983). Popol-vuh, o, Libro del consejo de los indios Quichés. http://ci.nii.ac.jp/ncid/BA4425168X